Dice el dicho: “La vida es un riesgo”, y sí, efectivamente corremos el riesgo de no vivirla plenamente cuando desconocemos los peligros que nos rodean para alcanzar nuestros objetivos, ya sean familiares, de negocios, de trabajo, de estudios y todo aquello que nos haga sentir plenos, felices y exitosos.
La identificación de riesgos es un factor importante para el logro de objetivos en cualquier aspecto de nuestra vida, ya que un riesgo en el mejor de los casos puede entorpecer cualquier esfuerzo que ejecutemos para conseguir la meta trazada y, en el peor escenario, no podríamos avanzar y nos desgastaríamos física, emocional y materialmente de manera innecesaria.
En la Organización, hemos escuchado mucho acerca de los riesgos y en los próximos meses escucharemos sobre los peligros con la integración de la norma 45001 Seguridad y Salud en el Trabajo, que se incorpora a nuestro SGI, pero: ¿qué es un riesgo? En palabras llanas, es la probabilidad de que algo o alguien se dañe parcial o totalmente, lo cual puede detener un proceso productivo o incluso afectar nuestra salud.
¿Y qué es un peligro? Es la posibilidad de que una condición o característica cause una lesión, enfermedad o daño al personal o a los activos de la Organización, provocando un impacto al proceso productivo.
Básicamente, el riesgo es la combinación de la probabilidad y la consecuencia de no controlar el peligro.
¿Confundido? Veamos el siguiente ejemplo: si manejo todos los días de mi casa al trabajo, corro el riesgo de sufrir un accidente automovilístico que me ocasione daños económicos y, lo peor, un daño que afecte mi salud física o incluso mental (trauma emocional); el riesgo existe con el hecho de conducir un automóvil, pero agreguemos a la ecuación que el automóvil presenta una falla en los frenos que, por falta de tiempo, no he llevado a reparar, porque «¡le doy tres “bombazos” y frena!».
El peligro en el ejemplo anterior (posibilidad de riesgo) es la falla en los frenos del automóvil y el riesgo es (probabilidad de) sufrir un accidente que dañe a mi auto y a mi persona.
Se entiende que el riesgo se basa en probabilidades -estadísticas, números, factores- y un peligro se basa en posibilidades más tangibles, es decir, más cercanas al resultado no deseado, ya que si reparo los frenos de mi auto, el peligro desaparece y el riesgo se mitiga; sin embargo, continúa latente, aunque con menor posibilidad de materializarse al menos por una falla en los frenos.
Se puede concluir que un peligro potencializa la probabilidad de que un riesgo se materialice en caso de no controlar al primero.
